El Burgo de Ebro se ha dotado de varios polígonos industriales, situados a pie de carretera en su mayor parte; varios de ellos, (Sectores 2, 3, 4, 5, 6 y 7 del P.G.O.U.), plenamente desarrollados, mientras que el 8 se halla muy adelantado ya en la última fase de gestión. Todos ellos integran, con una extensión de unos 400.000 m2 brutos, el que coloquialmente viene denominándose Polígono Industrial de “La Noria-El Vadillo”. Igualmente consolidado se halla el Sector Industrial 3 (500.000 m2), donde se hallan instaladas las diversas factorías de SAICA y, en fase muy adelantada, “El Espartal II”, el cuál cuenta con otros 600.000 m2.
A todo ello hay que añadir las nuevas posibilidades abiertas por el Plan General de Ordenación Urbana Revisado (P.G.O.U.-2003) al haber establecido suelos urbanos no consolidados, de uso industrial, en el norte del casco urbano y en el corredor que, siguiendo la C.N. 232, llega hasta el Polígono Industrial “La Noria-El Vadillo” (IC-1 a 7), rellenándose así todos los huecos existentes en la trama industrial. Del mismo modo se han previsto Suelos Urbanizables Delimitados (I-10 y 11) y No Delimitados tanto en la periferia de “La Noria-El Vadillo” como de “El Espartal I” (NDI 11 a 15).
En definitiva, la oferta es muy amplia y el total de suelo industrial del muncipio se reparte en, aproximadamente, 850.000 m2 de suelo urbano consolidado, 250.000 de no consolidado, 140.000 de suelo urbanizable delimitado y 2.150.000 de urbanizable no delimitado; todo ello hace un total de casi 3,4 millones de metros, cerca del 14 por 100 de la superficie del término municipal.
Las nuevas expectativas económicas generadas por nuestro desarrollo industrial, el desdoblamiento de la C.N. 232 (A-68) y las nuevas líneas de comunicación planteadas por la Diputación General de Aragón (Autopista que, cruzando el Ebro a la altura de la A-222 enlazará con la A-II) viene posibilitando el incremento paulatino, pero sostenido, tanto del censo industrial como del demográfico, ubicándose, por tanto, el municipio entre los pocos que escapan de la tendencia recesiva en Aragón.
Y es que se cuenta con la espina dorsal de la C.N.-232, hoy en pleno proceso de conversión en autovía y desdoblada hasta bien cerca del casco urbano, así como con la línea de FF.CC. Madrid-Barcelona discurre por el territorio burgolés, paralela a la carretera. Tanto el curso del propio Río Ebro como el del Canal Imperial de Aragón, en los lindes N. y S. del término, permiten despreocuparse ampliamente de la existencia y calidad de este recurso natural, mientras que varias líneas de alta y baja tensión, así como subestaciones transformadoras adecuadamente dimensionadas, evitan problemas de disponibilidad de energía eléctrica. Es más, se halla en pleno funcionamiento la Red de alta tensión entre las S.E.T. de Peñaflor y Montetorrero. El gaseoducto, con transporte a 72 bares, tiene un trazado paralelo con el límite sur del término, si bien un ramal penetra por el lado este hasta el Sector Industrial 3 de las NN. SS. «El Espartal». Y, del mismo modo, se dispone del resto de los servicios, esenciales, ( Parque de Bomberos en el propio Polígono industrial, etc., servicio de ambulancia, etc)
Así, no es de extrañar que el censo industrial abarque ya a la mayoría de los sectores económicos e incluya a empresas punteras en la mayoría de ellos. Sólo con citar a entidades como SAICA (con sus actuales dos factorías y una próxima tercera), INDUSTRIAS CARTARIE TRONCHETTI —de muy próxima instalación—, TUPERSA, OERLIKON SOLDADURA, CAVENCO, S. L., BIOLOGÍA Y NUTRICIÓN, S. A., MEYCO, GRÁVALOS, etc., resulta innecesario demostrar la anterior afirmación.
Por último, habría de destacarse que, en la actualidad ya en fase muy avanzada (aprobación del Proyecto de Urbanización), viene gestándose con la colaboración de la empresa pública “Suelo y Vivienda de Aragón, S. L.” un gran Sector Industrial, el denominado como S. I-9 o “El Espartal II” (incluido entre los suelos urbanizables delimitados antes citados), que cuenta con más de 660.000 m2 brutos y se sitúa al sur de la C. N. 232, entre la A-222 y la raqueta de acceso al Sector I-3 (“El Espartal”), esto es, situado en la confluencia de todas las líneas de comunicación actualmente en uso y justo en la salida de la autopista que habrá de atravesar el río Ebro para conectar, poco después de Alfajarín, con la A-II la carretera a Barcelona.